¿Cuáles son las ventajas de estudiar una segunda lengua a edades tempranas?

28 Jul 2017

Revisando documentación en nuestra base de datos nos hemos encontrado con este artículo que publicó Vanessa Álvarez Diez en el volumen 5 de Pedagogía Magna que puedes descargar en este enlace: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=2683775.

 

Vamos a hacer un pequeño repaso al mismo porque tiene muchas cosas de interés para todos los que estamos interesados en la educación temprana.

 

“Diversos estudios dentro del campo de la Psicología y Pedagogía se refieren a la importancia de comenzar a estudiar una segunda lengua a edades tempranas ya que el cerebro del niño es muy moldeable y susceptible a nuevos aprendizajes. Esto se debe a que en los primeros años de vida del niño el cerebro va estructurando los diferentes nexos entre sus neuronas. Si durante este temprano proceso el niño comienza nuevos aprendizajes como en este caso el inglés como segunda lengua el niño se beneficiará de dos formas: La primera porque su cerebro seguirá́ aumentando sus conexiones neuronales y la segunda porque podrá́ aprender a un ritmo más rápido y con más facilidad.

 

De este modo se sugiera la mejor edad para comenzar a estudiar una lengua extranjera entre los tres y los doce años. Además se une el hecho de que a estas edades se aprende mejor ya que no hay presiones de diversa índole que puedan entorpecer el aprendizaje del niño. Y es por esto que el aprendizaje de lenguas extranjeras a temprana edad mejora considerablemente el desarrollo cognitivo y por tanto los niños que aprenden inglés como segunda lengua desde la primera infancia demuestran diversas ventajas cognitivas respecto a los niños que no lo hacen. Por ejemplo, un niño bilingüe aprende más rápido que un objeto es el mismo aunque se llame de dos formas distintas en distintas lenguas. Casa sigue siendo casa en ingles cuando decimos house.

 

El aprendizaje de una segunda lengua considera un problema cognitivo de resolución de la una actividad más que una actividad lingüística en sí. Se ha demostrado que el aprendizaje en edades tempranas de una segunda lengua favorece considerablemente diversas habilidades como el pensamiento critico, la flexibilidad de la mente y la creatividad. A raíz de esto, se ha comprobado en numerosos estudios (en 2007, USA: Harwich Massachusetts) que el estudio de lenguas extranjeras a edades tempranas aumenta el desarrollo de las habilidades matemáticas, especialmente en el campo de la resolución de problemas, otro ejemplo claro de que es más una actividad cognitiva que una propiamente lingüística.

 

Otros estudios sostienen la teoría de que los niños que estudian una segunda lengua obtienen mejores resultados en el aprendizaje de las matemáticas que los estudiantes que comienzan el aprendizaje de la segunda lengua más tardíamente, incluso cuando estos últimos tienen más horas de instrucción matemática. A través de estos estudios se puede decir que el aprendizaje de inglés como segunda lengua en edades tempranas es una actividad de resolución de problemas cognitivos y que efectos de la instrucción de la segunda lengua son directamente transferibles a la zona de desarrollo de habilidades matemáticas. Pero, además, se confirma que con el aprendizaje de lenguas extranjeras a temprana edad se mejora el rendimiento académico en general ya que se está ofreciendo a los niños una mayor flexibilidad cognitiva y habilidades de pensamiento creativo, dotando de este modo a los niños a retos intelectuales que podrán abordar con más facilidad tanto en su vida académica como en su desarrollo personal.

 

 

¿Cuáles son los beneficios del aprendizaje a temprana edad de otros idiomas?

 

 

Uno de los beneficios a largo plazo de la educación temprana de otro idioma es que siempre se está aprendiendo y por lo tanto, se mantiene de este modo el cerebro activo. A consecuencia de esto, estudios recientes mantienen que el aprendizaje temprano de una lengua extranjera puede retrasar la enfermedad del Alzheimer, por esa misma razón, ya que el cerebro se mantiene activo y por lo tanto se siguen regenerando las conexiones neuronales.

 

Esta parte es interesante porque explica de una forma muy sencilla algunos de los beneficios del aprendizaje temprano de una segunda lengua. Ella lo sitúa en este momento a partir de los tres años pero pronto veremos que los beneficios de afrontar este aprendizaje antes son aún mejores.

 

El impacto en el aprendizaje general del niño es enorme y no se circunscribe al hecho, ya beneficioso, de aprender una segunda lengua. La mejora en capacidad en otras áreas del conocimiento es mesurable.

 

La temprana inmersión en el aprendizaje de una SEGUNDA LENGUA tiene múltiples ventajas para los alumnos y quizá́ la más directa sea que mientras más pronto comencemos a estudiar la misma más oportunidad se tendrá́ de desarrollar un alto dominio de esta lengua. Pero no quedan todas las ventajas que se obtienen dentro de este temprano proceso de aprendizaje que se ciñe tan solo al ámbito de la competencia lingüística. Sin embargo, la competencia lingüística de esta SEGUNDA LENGUA se verá favorecida cuanto más avanzadas sean las habilidades lingüísticas y el entendimiento cultural de dicha lengua por parte del alumno.

 

 

Veamos ahora más ventajas de este proceso de educación temprana:

 

 

  •  

    Desarrollo en el alumno de una actividad y entendimiento global:

     

El niño en los primeros años de este aprendizaje el cual se encuentra en la escuela está abierto a ideas de

 

  •  

    Comprensión mundial.

     

De este modo el estudio del ingles como SEGUNDA LENGUA en nuestro caso, o de otra lengua extranjera, puede servir como vehículo importante para ampliar sus puntos de vista y razonamiento desde un punto de vista intercultural. Los psicólogos afirman que en estas edades los niños pasan por etapas de desarrollo importantes. "Los niños están en el proceso de pasar del egocentrismo a la reciprocidad, y la información que reciben antes de los 10 años de edad es crítica en estas fases” (Lambert y Klineberg, 1967) , “Con esta expansión, los niños tendrán la libertad de explorar la riqueza de valores y percepciones del mundo, ya que no se limitan a un estrecho punto de vista de vida o un conjunto limitado de opciones” (Carpenter y Torney, 1973).

 

  •  

    Mejora de habilidades de comunicación.

     

Otra de las ventajas que se obtienen con la enseñanza de una SEGUNDA LENGUA en edades tempranas es la mejora de la pronunciación y entonación de la lengua que se está estudiando. Los niños que empiezan a estudiar una SEGUNDA LENGUA a temprana edad tienen más oportunidades para desarrollar una pronunciación y entonación muy similar a la nativa de esa lengua. El estudio de lenguas extranjeras también ha demostrado tener efectos positivos sobre la memoria y capacidad de escucha. Los niños no solo desarrollan su capacidad de comunicarse en una lengua distinta a la suya sino que comienzan a ver el lenguaje como un fenómeno en su mismo y percibiendo el lenguaje y los objetos que lo componen como independientes unos de otros, comprobando además, que hay muchas formas de referirse a un objeto. Y es que cuando se conoce más de una lengua es más fácil aprender otra nueva. Por eso el lenguaje se utiliza como transferencia de habilidades de una lengua a otra experiencia de aprendizaje. “El conocimiento de una lengua extranjera facilita el estudio de una segunda lengua extranjera” (Cortina y Pesola, 1988).

 

  •  

    Mejora las habilidades cognitivas:

     

Con el aprendizaje de una lengua extranjera a edades tempranas se favorecerá́ en los niños el desarrollo cognitivo y el rendimiento de las habilidades básicas, algo que repercutirá́ positivamente tanto en la etapa escolar del niño como en la personal. Esto es así́ debido a que cuando un niño aprende una lengua extranjera con ella aprende también nuevas habilidades necesarias para ser competente en esa lengua. Pues bien, esas habilidades ayudaran al niño a prepararse para un mundo cambiante cada día. Le ayudará a afrontar nuevos retos y ser capaz de alcanzar sus objetivos. Piaget afirmaba algo parecido cuando nos decía que al exponer al niño a una experiencia nueva o extraña para el, su desarrollo cognitivo se estimulaba y de este modo, este “conflicto cognitivo” que surgía se convertía en un catalizador de nuevas ideas y en definitiva de nuevos conocimientos. Además cuando los niños están estudiando simultáneamente una o más lenguas extranjeras a edades tempranas se fomentan de este modo su creatividad y flexibilidad, alcanzando niveles más altos de desarrollo cognitivo que niños que tan solo conocen y están expuestos a su lengua materna.

 

  • Aportación de numerosos beneficios personales:

     

El estudio de una lengua extranjera a edades tempranas genera en el niño a nivel personal numerosos beneficios ya que se aprende también sobre otras culturas, la del idioma que está aprendiendo, por lo que mejora su competencia comunicativa y en este caso en otras lenguas. El niño adquiere habilidades que le preparan cada vez mejor para un futuro en la sociedad, para un futuro profesional más cualificado de eso no cabe duda. Pero también se obtienen otro tipo de ventajas en el campo de lo socio personal ya que el niño a la vez que amplia su campo de comunicación está contribuyendo además a su desarrollo personal y social porque aumenta su autoestima y reafirma sus valores sociales.”

 

 

Como se puede ver en el artículo de la señorita Álvarez las ventajas del aprendizaje de idiomas van mucho más allá de las evidentes que tiene el dominio de una segunda lengua. Estimula todo el proceso cognitivo y les dota de mejores herramientas para enfrentarse a un mundo futuro lleno de incertidumbres.

Categoria: Educación temprana